Problemas con la comida: ¡Olvídate del sentimiento de culpa, ese sólo está en tu mente!
Sabemos que tener sobrepeso u obesidad nos afecta o afectará, y no sólo en el aspecto físico, sino también en el bienestar interno fisiológico y emocional (autoestima baja, falta de confianza, frustración, sentimiento de culpa, colesterol, diabetes hipertensión, etc.) y también sabemos que para disminuir de peso de forma saludable se debe comer sano, hacer ejercicio, beber agua, crear hábitos saludables; sin embargo, no resulta tan fácil como parece, ¿por qué nos cuesta poder llegar al objetivo?
Antes que todo debemos estar conscientes que el aumento de peso no ocurre de la noche a la mañana, y por ende, no podemos esperar que la pérdida sea rápida y sin esfuerzos, por lo que requerirá de tiempo para poder lograrlo, nada es imposible.
Seguramente se te presentarán situaciones que serán como "obstáculos" para poder lograr tu objetivo de cambiar tus hábitos, como creer que comer más saludable es más aburrido y difícil, que estar bajo un régimen de alimentación significa quedarse con hambre todo el tiempo, no querer ver los problemas de salud que conlleva el comer mal porque no te están afectando en el presente, poner excusas externas (el trabajo, la familia, los hijos, por la pareja, la vida social, etc.), comenzar a "extrañar" tu comida cotidiana o tu favorita sintiendo ansiedad y ganas incontrolables de comerla, entre muchas más.
Pero si analizas cada uno, te podrás dar cuenta que sólo son cosas que creamos en nuestra mente, pensamientos que nosotros nos generamos, por eso, una de las cosas más importantes es cambiar nuestra forma de pensar, porque la motivación de querer disminuir de peso puede estar presente unos días, pero en algún momento decaerá y volverás al punto de inicio.
Por eso, no debemos olvidar que la implantación y/o modificación de hábitos requerirá tiempo y un gran esfuerzo mental, principalmente, ya que todas las conductas que hemos creado desde nuestra infancia se encuentran en el inconsciente por lo que nos hacen actuar de manera automática, y muy probablemente es lo que nos ha llevado al punto donde nos encontramos, de ahí la importancia de no querer cambiar todos a la vez y sobre todo hacerlos de manera consciente para lograr un resultado a largo plazo.
Aceptando lo anterior, tenemos que ponernos objetivos reales, pequeños y que podamos cumplir a corto plazo, porque si nos creamos todo un paquete de objetivos, se nos hará más complicado y la intención de lograrlos durará 1 o 2 semanas, así que con metas sencillas podremos cumplirlas y la obtención de ellas será una motivación agregada a nuestro esfuerzo.
Comienza con cosas prácticas, como por ejemplo levantarse 5 minutos antes de lo habitual para meditar o tomar uno o dos vasos más de agua natural de lo que normalmente bebes o elegir las escaleras en lugar del elevador o escaleras eléctricas cada que se nos presente la oportunidad, o permitirnos comer, y sobre todo disfrutar y saborear, una pequeña porción de nuestros alimentos favoritos de vez en cuando, para evitar ansiedad y que eso genere que cuando tengamos la oportunidad de comerlo, lo hagamos sin control, sintiéndonos culpables por no poder detenernos y sentir que no podremos lograr nada, etc.
Una práctica que te ayudará a mantener la fuerza de voluntad es la meditación diaria, te aconsejamos hacerlo con una app gratuita EuMedito: 5 minutos cada día. Y si ya has hecho los cursos de Estimulación Neural puedes utilizar el tratamiento para reforzar la voluntad además de ayudarte a controlar el estrès y el hambre nerviosa. Si todavía no tienes los cursos entra en contacto para informaciones.
Recuérdate tu meta todos los días al despertar para que sea tu objetivo a cumplir cada día, y sobre todo, ten paciencia, mantén tu voluntad fuerte; pensando que si sigues luchando por conseguirlo, lo podrás lograr y traerá una gran satisfacción a tu vida.