Desde que me fue diagnosticado el cáncer, comencé a hacerme los tratamientos de Estimulación Neural, disciplinada y constantemente...
El año pasado, como sucede a tantas personas, me diagnosticaron cáncer de seno. A partir de ahí comenzó el ajetreo médico: exámenes, operación, quimioterapias… en fin, para quién conoce o ha tenido la misma experiencia, no es nada nuevo, pero quisiera compartirles cómo La Enseñanza puede mejorar y cambiar una viviencia como esta.
Desde que me fue diagnosticado el cáncer, comencé a hacerme los tratamientos de Estimulación Neural dedicados a esta enfermedad todos los días, disciplinada y constantemente: meditación y tratamiento; más tarde de nuevo meditación y tratamientos locales, reforzando cuando no me encotraba bien. Seguí al pie de la letra las sugerencias, tal como me fueron dadas. La recuperación de la operación fue muy rápida.
Las dificultades más severas llegaron con la quimioterapia. Desafortunamente, este tratamiento – importantante porque salva la vida- provoca muchos efectos secundarios y con los tratamientos adecuados, estos efectos pueden disminuirse. Durante la aplicación tuve el apoyo de amigos y familiares que me hacían tratamiento durante todo el tiempo; en especial, en los días críticos en los que la náusea o el cansancio eran más severos. Yo también continué a tratarme en cada momento que podía con la Depuración de la Sangre y practicando la meditación cada vez que tenía oportunidad.
La ayuda que he recibido de la gran familia de Manos Sin Froteras, indudablemente, ha sido importantísima, tanto de las personas cercanas, como de la energía recibida de todo el mundo -Manos Sin Fronteras está presente en 36 países- sin embargo,considero que lo más importante que tengo es el auto-tratamiento. Pienso que los demás pueden ayudarnos en todos sentidos con su gran e inmenso amor y dedicación, pero la sanación surge de dentro de nosotros. Somos nosotros los primeros que debemos ocuparnos de nosotros mismos y para hacerlo es necesario aprender la técnica de Estimulación Neural completamente. Brindarnos algunas horas que nos convertirán en personas distintas: más conscientes de nosotros mismos, en primer lugar; y de quienes nos rodean.
Recibir los tratamientos es un regalo inmenso, pero poderse tratar en cualquier momento del día cuando lo necesitamos, es un regalo aún más grande, por eso, ¡cada uno de nosotros debería aprender esta Enseñanza!