La mentira es una afirmación que una persona hace consciente de que no es verdad...
Pienso que lo mejor es comenzar por el significado de la mentira. Según Google la mentira es una afirmación que una persona hace consciente de que no es verdad.
Una amiga muy querida me dijo “llevas una vida de mentiras”. Al escuchar esto me cerré, lo negué y me aleje. Con el tiempo he comenzado a ver que mis actos demostraban que realmente sí estaba mintiendo; me comprometía a terminar trabajos y no lo hacía, quedaba con amigos y luego cancelaba, decía que quería cambiar y solo me lamentaba…
Siempre estuve orgullosa, porque de mis hermanas era la que mejor mentía, era la mejor actriz de “mentiras blancas”, incluso me parecía una debilidad el no saber cómo manipular, hasta que la actuación se volvió mi modo de vida. Es curioso porque lo que más me ha dolido en mi infancia han sido situaciones de engaño donde me exigían que me hablara con la Verdad. Pero entonces ¿por qué ahora repito la historia de la “cuenta cuentos”, el “pastorcito mentiroso” o como lo queramos llamar?
¿Donde comienza el problema?
El problema comienza cuando no escuchamos esa voz interior, nuestra conciencia, o como lo queráis llamar, nos viene la ansiedad, nos comen los nervios, nos ponemos irritables y desesperados, ya que, como me explico ya hace mucho tiempo La Jardinera y Lucía, la conciencia NUNCA miente.
Entonces ahora me pregunto ¿por qué mentimos? ¿Por qué queremos evadir conscientemente la realidad? ¿Qué ganamos con quedar bien con la gente por un instante si después no cumplimos y nuestra palabra no vale nada? Nos llenamos de promesas, cuentos que enamoran a los otros para tenerlos en el bolsillo y todo esto ¿para qué? Para manipular, aparentar, procrastinar, “sentirnos bien” en ese preciso momento. Es como una droga y como con todas son altamente adictivas.
¿Cuáles son las consecuencias?
1) Pérdida de autoestima, al postergar tus compromisos sientes que no eres capaz de concluir nada y no sabes por dónde empezar. 2) Mayor ansiedad a largo plazo, las mentiras y promesas se acumulan y es como llevar cargando una mochila llena de piedras todos los días. 3) Falta de claridad, al engañarnos tantas veces resulta casi imposible distinguir la realidad de las propias mentiras. 4) Pérdida de confianza de los demás, terminarás por cansar a tus amigos con tus mil promesas y palabrería y no podrán apoyarse en ti.
¿Cómo comenzar a cambiar?
Para los que se sientan identificados con estas palabras, les quiero decir que: podemos cambiar. En los cursos y viajes con Manos Sin Fronteras, he aprendido que hablar con la Verdad es una elección, nuestra elección. Hasta ahora empiezo a comprender porque miento, pero también que no hay ninguna razón para hacerlo.
Podemos vivir una vida inteligente. Liberarse de las mentiras es cortar las cadenas y salir de nuestra cárcel interna, es aceptar quienes somos y trabajar por quienes queremos llegar a ser. Hablar y actuar con la Verdad es tener la conciencia limpia, y eso es lo único que nos permite disfrutar de nuestra vida.