17 de julio de 2019

Combatiendo la Ansiedad y Liberando mi Voz

Escrito por: Maria Martin - Cantante Lírica

He aprendido que todo en nuestra vida pasa por algún motivo, y que aún las decisiones, aunque parezcan inducirnos al error, nos pueden dejar una gran enseñanza...

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Desde la adolescencia siempre tuve problemas de ansiedad y miedo; miedo a no tener el control de las situaciones y de mi entorno, aún sabiendo que es imposible controlarlo todo, miedo al rechazo, miedo al fracaso.

Nina escondida debajo de almohadas

Uno de mis mayores problemas de ansiedad sobrevenia cuando debía viajar sola, el sólo hecho de pensar en tomar un bus público o hasta un tren, de una pequeña ciudad a otra, me hacía sudar, palpitar, temblar. Nunca encontré la razón de tener ese gran pánico, pero gran parte de ese miedo era el estar sola en una situación que parecía fuera de mi control.

Claro está, éstas situaciones no sólo impedían mi crecimiento como persona, sino que también limitaban mis opciones, pues prefería rechazar grandes oportunidades que tener que afrontar mis miedos.

Cuando conocí la Enseñanza tuve la oportunidad de venir a Francia, pero el viaje de regreso a mis país de origen, Costa Rica, lo tenía que hacer sola.

Al principio, como siempre, entré en pánico, pero gracias a la meditación y a los tratamientos logré regular los efectos de la ansiedad y sobretodo mantener la cabeza, los pensamientos claros y decirme que todo saldría bien, y así lo fue.

Chica observando fuera la ventana de un avión

Continué a practicar los tratamientos y sobretodo la meditación, y poco a poco me di cuenta cómo todos los miedos estaban en mi cabeza y que bastaba poco para tener la fuerza de dar un paso adelante.

Fue gracias a este cambio que logré tomar la decisión de viajar de nuevo y venir a vivir a Francia, y tengo la certeza que no hubiese sido posible de no haber tenido las herramientas que tengo ahora.

Fue también gracias a la Enseñanza que logré cumplir mi sueño de ingresar al Conservatorio de Toulouse, donde desde hace dos años realizo mis estudios de canto lírico.

Pequeña anécdota: recuerdo que el día de la prueba de ingreso me levanté con fiebre y dolor de garganta pues había trabajado hasta tarde la noche anterior. Llegué al conservatorio y lo primero que hice fue meditar y hacerme tratamiento, le pedí a mi cuerpo que en esos 3 minutos que duraba la prueba, la voz saliera y no hubiese ningún problema. Así fue, todo salió a la perfección y logré ingresar al conservatorio.

Micrófono

Desde entonces he podido integrar la Enseñanza en mis estudios tanto para mí como para algunos de mis compañeros.

En el mundo del canto, tu instrumento eres tú, por ende, si tu no estás bien mental o físicamente tu instrumento también sufre. También tienes que tener la capacidad de aceptar las críticas, la competencia, el ansia antes de una presentación o después de un examen.

Para mí, es un regalo saber que con sólo mis manos y 5 minutos de tratamiento y meditación puedo estar más tranquila, abrir mi garganta y liberar mi voz, ayudar a mis amigos cuando tienen pánico escénico o inclusive meditar cuando han tenido un mal día o una mala crítica.

Puedo decir con certeza que no hubiese podido llegar a donde estoy hoy o ser la persona que soy hoy, sin haber conocido Manos sin Fronteras, y son éstas herramientas que en el proceso me han dado siempre el apoyo y la confianza absoluta, que aún cuando hay sombras significa que en algún lugar el sol brilla, y por eso ¡estoy eternamente agradecida!

Maria cantando en el conservatorio

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