31 de julio de 2019

Decisiones

Escrito por: Bryan - México

A veces tomar una decisión puede ser una experiencia abrumadora...

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A veces tomar una decisión puede ser una experiencia abrumadora, no sabemos si va a estar bien o va a estar mal. Solos nos vamos creando monstruos en nuestra cabeza que no nos permiten confiar en nosotros mismos y nos preocupa más el qué dirán de nuestras decisiones e incluso de nuestras acciones. Eso es lo que nos debemos quitar, quitarnos el qué dirán de nuestra forma de pensar, de nuestras acciones y de nuestras DECISIONES.

Compás con vista de las montanas detras

Tomar una decisión puede cambiar tu forma de ver la vida, por ejemplo: hace poco tomé la decisión de viajar a un país que no conocía y hoy puedo decir que ha sido la mejor decisión que he tomado porque conocí a personas increíbles, encontré una nueva familia que es de todo el mundo, de Costa Rica, Austria, Brasil, Italia y muchos lugares más.

Viajar a Jerusalén fue encontrarme a mí mismo y aprender que nosotros somos los que realmente decimos SÍ o NO. Esas palabras son tan básicas pero tan importantes para tomar una decisión que pueda cambiar nuestra vida. Gracias a esta decisión pude encontrar quién soy realmente, hacia dónde quiero ir y con quién quiero seguir mi vida. Jerusalén ha cambiado muchas cosas que yo temía; tomé la decisión de dejar allí todo lo malo para iniciar una nueva etapa en mi vida, una etapa de aceptación a lo que nunca había tenido.

Por ejemplo cuando visitamos la iglesia de San Pedro Gallicantu fue muy especial para mí, porque tuve una sensación muy fuerte en mi cuerpo de estar presionado ahí. Tiempo después, platicando, me dijeron el por qué me había sentido así, en ese momento vi que en mi vida tenía muchas rupturas, de familia, emocionales y mucho más y ahí fue donde dije: ya no quiero seguir viviendo así. Después fuimos al Mar de Galilea y era una paz tan increíble en mí, que no sabía cómo explicarlo en ese momento, dije aquí dejo todo lo malo, les pido perdón a los que una vez ofendí y perdono a los que una vez me ofendieron, esos lugares fueron tan importantes para mí.

Bryan en Jerusalen

Y ahora veo que una simple decisión de comprar un boleto de avión a Jerusalén cambió mi vida porque yo supe cuando decir: quiero esto en mi vida!

Gracias a MSF encontré una nueva familia, nuevos amigos y sobre todo amor propio.

Grupo de jóvenes en Jerusalen

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