11 de septiembre de 2019

Un Nuevo Sentido a mi Vida

Escrito por: Claudia

En el año 1999 recibí mi primer Equilibrio del sistema Nervioso, sentí una sensación especial y de bienestar... Conocer Manos Sin Fronteras abrió mi panorama de vida...

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En el año 1999 recibí mi primer Equilibrio del sistema Nervioso, sentí una sensación especial y de bienestar.

En aquellos días yo era una joven de ideas estructuradas y muy hecha a la educación que me inculcaron mis padres, de buenos valores; sin embargo la vida es mucho más de lo que pensaba, yo vivía como en un cuento de hadas.

Conocer Manos Sin Fronteras abrió mi panorama de vida.

En el año 2006, tuve un problema de salud, idéntico a una situación que vivió mi mamá; para ella fue un calvario, hasta perder la vida con un cáncer.

No falta decir que estar en la misma situación, me preocupaba bastante, era necesaria una cirugía para evitar mayor peligro, tome la decisión de operarme lo antes posible. En esos momentos mi hermana estaba cerca de mí y me dio su ayuda con los tratamientos de Estimulación Neural, antes y después de la cirugía.

Bajo los efectos de la anestesia pensaba mucho en la imagen de la Virgen de Guadalupe y decía números; de forma inconsciente estaba mi Fe y la intuición de lo que necesitaba para mi recuperación, que eran los tratamientos y aún no tomaba los cursos.

Al día siguiente llegó el médico y me explicó lo difícil que fue la cirugía, que él no pensaba que yo estuviera tan mal. Se había presentado un fuerte sangrado y se vió en la necesidad de remover otro órgano; habían subido mís niveles de glucosa y estaría en observación para así poder descartar que fuera diabética y que en dos semanas recibiría los resultados de patología para descartar un posible cáncer.


Doctores operando


Fue difícil, porque yo me consideraba fuerte y sana, tenía un proyecto de vida que ya no sería el mismo, en ese momento no comprendía la vida ni la situación que se me estaba presentando.

Al caer la tarde vi la fuerza de los rayos del sol que entraban por mi recamara en el hospital. Recordé que había un curso especial de Manos Sin Fronteras, en Palenque, México y a través de mis pensamientos me conecté. Esa fuerte luz me dio la fuerza para levantarme de la cama; aún desanimada empecé a mejorar poco a poco. Al día siguiente tomé una ducha, me maquillé, me vestí con una bonita pijama y empecé a caminar. Cuando me vio el Médico se sorprendió, me dijo que no era Diabética, que mis niveles de insulina eran normales; a los quince días salieron los resultados de Patología y se descartó un posible cáncer.


Atardecer a traves de la ventana


Es así que tomé los cursos, recuperé los años perdidos, tomé el Curso de Estimulación Neural, los superiores, el chakra6 y en seguida mi primer curso especial.

La enseñanza me ayudó a recuperar mi dignidad como persona, mi autoestima, recupere mi cerebro y mis piernas para seguir adelante. Me ha dado gratos momentos que han alimentado mi espíritu y hoy me siento parte de una gran familia. Lo más importante fue que me ayudó a aumentar y fortalecer mi Fe.

Gracias a Dios, por haber puesto en mi Camino a Manos Sin fronteras; conservo lo valioso de mi educación, con los ojos abiertos y rompiendo los paradigmas que me han frenado a la conquista de una vida mejor.

“Mis infinitas Gracias a la Jardinera por todos los beneficios que me ha dado esta enseñanza y por su trabajo y Bondad, al compartir su sabiduría con la Humanidad”.


Girasol con naturaleza detras

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