Puntos de Vista

¿Qué significa vivir la vida como realmente quieres?

¿Qué significa hacerse cargo de sus propias elecciones? ¿Es posible liberarse de los patrones familiares sin sentir culpa?

Mi viaje en la vida ha comenzado más intensamente desde que tomé el tercer nivel de Enseñanza, que llegó unos meses después de conocer a alguien muy especial para mí. Me hice más presente en el mundo que me rodeaba y empecé a preguntarme sobre cuáles eran realmente mis deseos. Hasta ese momento, poco más o menos, siempre había vivido en una condición de adaptación a los deseos de los que me rodeaban y tenían expectativas sobre mí. Estas expectativas se habían convertido en todo lo que yo deseaba. Incluso tenía miedo de proponer una idea que se saliera demasiado del estilo de vida de mi familia, por miedo al rechazo. Hasta que yo misma decidí cambiar mi forma de vida y tuve que enfrentarme a la resistencia de aquellos que encontraban todo esto ridículo, inútil e incluso escandaloso. Sí, porque los amigos de la familia son voces demasiado importantes para ignorarlas. Sin ellos, que continuamente confirman los patrones que adoptamos rígidamente porque nos dan seguridad, probablemente sentimos que falta el suelo bajo nuestros pies.

A menudo nos dicen que seremos aceptados a pesar de todo, a pesar de lo que decidamos hacer o elegir. Esto es en parte verdad. La otra mitad de la cuestión es delicada; al razonar sobre estilos de vida o ideas divergentes, difícilmente nos encontramos aceptando otras cosas que no sean las que creemos tolerar. No se piensa en la utilidad de levantarse una hora más temprano por la mañana para meditar, ni siquiera de auto-tratamiento, porque son sólo condicionamientos mentales, después de todo. Estos fueron algunos de los juicios a los que me enfrenté por haber tomado una decisión que se consideró demasiado alejada de lo que es la vida diaria: casa, familia, trabajo. ¿Qué hay de nuestro bienestar? ¿Qué hay del deseo de reflexionar libremente sobre la propia espiritualidad? No se habla de religión, se habla de espiritualidad. Se habla de un vínculo con los orígenes de nosotros mismos y del cosmos, del que formamos parte. Los seres humanos están tan centrados en sí mismos que a menudo pierde la noción de lo que es y de dónde está: como decía Edgar Morin, es un elemento fundamental del universo y está en el universo.

Esta conciencia puede ser aterradora porque nos pone frente a una inmensa vastedad, pero una vez que entendemos esto, comprendemos que la meditación puede realmente ayudarnos a sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás. Realmente puede ayudarnos a fortalecer nuestro sistema inmunológico. Realmente entendemos que es necesario liberarse de lo que hemos aprendido desde la infancia, para empezar a descubrir realmente "nuestro" mundo.

No se trata de abandonar a la familia, sino de caminar por un binario paralelo, permitiéndonos realmente dejarnos llevar, sin resistencia, pero con el deseo de descubrir y vivir plenamente todos nuestros deseos y sueños.

Gracias a esta experiencia comprendí que el mundo es más amplio de lo que imaginamos. Comprendí que la realidad que siempre había conocido no era la única, pero que no había necesidad de temerla. Por eso es esencial tener el deseo de descubrir y conocer, viajar y conocer gente, lugares, culturas.

Ahora soy independiente y me siento mucho más libre para vivir mi vida. Suena trivial, pero tener la Tranquilidad de no juzgar creo que ayuda a vivir más pacíficamente. Puedo trabajar en la computadora, por ejemplo, con la certeza de que nadie cerca de mí pensará que estoy perdiendo el tiempo y meditar para que pueda sentirme mejor y darme el beneficio de simplemente escuchar mi respiración todos los días