Hablamos de la alegría, el dolor y las lágrimas. A menudo lloro y a menudo río también. De emoción, felicidad y dolor.
Pascua y, como dice la Jardinera, Jesús está con nosotros. Lo descubrí durante el segundo curso que hice en Jerusalén, de hecho, lo siento a mi lado. Pienso mucho en ello y es una gran sensación.
Hablamos de la alegría, el dolor y las lágrimas. A menudo lloro y a menudo río también. De emoción, felicidad y dolor. De pequeña era muy serena, romántica alegre, tanto que incluso cuando las cosas estaban un poco tensas ni siquiera reaccionaba, lo dejaba pasar. A veces mi mejor amiga me defendía, pero ahora ya no está con nosotros.
Entonces un duelo atroz alteró mi vida. En ese momento no conocía la Enseñanza por desgracia y algunas otras vicisitudes graves me cambiaron y llegó la ANSIEDAD. He llorado mucho. La ansiedad me devoró durante años hasta que me llevó a una encrucijada, frente a la cual elegí vivir.
Fue entonces cuando conocí la Enseñanza. Me hizo entender el significado del alma, de la muerte, de dejar ir a los seres queridos, y tantos otros conocimientos, que con el tiempo me llevaron a entender cómo podía aceptar, superar la adversidad, a veces muy dura, con confianza y pidiendo ayuda.
La Jardinera y los voluntarios y miembros de Manos Sin Fronteras siempre están cerca.
Con el tiempo he notado el cambio y ha vuelto a salir mi carácter alegre, que nunca había estado latente en mi interior, pero al mismo tiempo es fácil emocionarse. Por eso, a menudo derramo lágrimas de emoción, sobre todo si veo niños en apuros o ancianos maltratados.
Tal vez porque desde que soy abuela me encuentro más paciente, más sabia y cuando estoy con mis hijos río y me divierto hasta llorar, aunque tenga las rodillas destrozadas, pero soy feliz.
Sin embargo, la mayor alegría fue el nacimiento de mis hijas. Es una felicidad sin igual ante lo que yo llamo el MAYOR MISTERIO DE LA VIDA.
Luego está el dolor, el fuerte dolor que te arranca el corazón, cuando por ejemplo te dicen que a Zef le han diagnosticado epilepsia, cuando tu amiga de toda la vida se ha ido y entonces lloras. Lloras y dejas salir todo el dolor. Pero ahora existe la Enseñanza que ayuda a luchar, a pedir ayuda, a tener confianza para vencer lo que puedas y a aceptar lo que tengas que asumir, por lo que te das cuenta de que vives de una manera diferente y la ANSIEDAD desaparece.
Entonces me río. Me río a menudo, por dentro tengo la alegría de vivir, de hacer, de trabajar, las bromas me salen de forma natural, incluso consigo divertirme en las reuniones de trabajo, así el ambiente es más alegre.
Así pues, aportas un poco de hilaridad incluso en este periodo algo difícil.