26 de mayo de 2021

Liberar la mente de prejuicios

Escrito por: Miriam Mendolesi

Debemos tener la mente libre, sin prejuicios y seguir nuestra intuición, los prejuicios pueden destruir a una persona. No hay manera de saber que Alma nos hemos encontrado, de su grandeza; podemos suponer, pero no sabremos.

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Debemos tener la mente libre, sin prejuicios y seguir nuestra intuición, los prejuicios pueden destruir a una persona. No hay manera de saber que Alma nos hemos encontrado, de su grandeza; podemos suponer, pero no sabremos.

La sociedad nos presenta e impone modelos, nos quiere a todos idénticos, cultiva nuestro miedo hacia lo desconocido, nos invita a rechazar lo que está “fuera de los esquemas”.

Pero son las diferencias las que enriquecen la vida y la creatividad, y el pensamiento no homologado que nos hace descubrir e ir adelante en nuestra vida, son también lo que propulsan a nuestra sociedad y la hacen avanzar.

Siempre y constantemente vamos aprendiendo. Cuando encontramos a alguien no podemos saber lo que han vivido, sus problemas y sus esfuerzos. Hay minerales metamórficos que bajo temperaturas y presiones muy elevadas llegan a cambiar su estructura cristalina transformándose en un mineral completamente diferente. Si lo hace una piedra ¿por qué no podemos hacerlo nosotros que estamos aquí aprendiendo día tras día?

manos

Juzgar sin dar la mano, ofender "gratuitamente" a una persona solo sirve para lastimarla. Ninguno de nosotros puede juzgar a los demás - quien esté libre de pecado que tire la primera piedra-

La crítica tiene que ser constructiva si queremos ayudar.

Quien es rígido y de costumbre vive su vida pasando juicios, sin intención de ayudar, es una persona infeliz, que en lugar de trabajar para hacer un cambio en su vida y ayudar a los demás, desperdicia su tiempo.

He vivido en mi piel el hecho de sentirme diferente, en mi familia me miraban como una persona muy rara y no siempre podía participar en las actividades públicas de familia. ¿Por qué? En mi niñez y mi adolescencia siempre me han dicho que era "rara", mi papá me llamaba "la oriental" porqué ninguno comprendía mi interés por las piedras, la meditación y la energía. Mi familia decía que no creía en nada, que con la muerte todo se acaba y no hay nada más; y efectivamente no comprendía mi forma de ver. Y yo siendo "hija de mi mamá" sólo podía ser rara y siempre estaba equivocada, como ella.

En mi familia de origen son muy rígidos y también "clasistas" - no eres bastante intelectual, no tienes cultura, donde naciste, cuál es tu familia de origen-. He sufrido mucho por todo esto, pero al mismo tiempo he crecido muy rígida y siempre pensando que tenía que demostrar algo a los demás.

Hasta que comencé a comprender que podemos tener opiniones diferentes, que no es importante lo que opinen los demás, es importante seguir lo que siento justo y continuar mi camino y cada uno de nosotros tiene un camino diferente.

Pienso que a veces una persona con celos y envidia, y que olvida su Alma dando poder solo a la materia, disminuye continuamente a los demás solamente para tratar de convencerse a ellos mismos que tienen valor. Si comprendemos que el cuerpo solo es el vehículo y que todos estamos aquí aprendiendo y siguiendo nuestro camino, vivimos más felices, podemos ayudar a los demás y dar paso adelante hacia cumplir con nuestra Misión.

mision

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